viernes, 22 de octubre de 2010

Santos sabores, una esquina turquesa del barrio de Belgrano.

Entre los árboles de Aguilar y las hojas que caen sobre Tres de febrero, una puerta de estilo antiguo, en composé con los colores del lugar y cristales repartidos desde la altura del picaporte, nos abre el apetito.

Objetos patinados que aparentan vejez, se apoyan sobre el piso de cemento alisado y se intercalan con las pequeñas incrustaciones hechas con pedazos de azulejos de colores.

El énfasis, puesto en la decoración y el buen gusto, le dan ÉL toque de “Rico lugarcito” a Santos sabores.

En el medio del salón, una columna con pizarrones escritos con tizas de colores indican el menú del día. Pero si tenés que elegir, sentate a la hora del té. Tiene variedad de sabores, también podés elegir tomar mate.

Una vitrina que exhibe deleites, te tienta con: porciones de torta, budines de limón, cuadrados de chocolate y dulce de leche, magdalenas de banana bañadas con crema, arrolladitos; montones de manjares visuales y gustativos.

Atrás, unos estantes de madera ocupan toda la pared exponen una repertorio de frascos, llenos de amaretis, galletitas, grisines, trocitos de chocolate, nueces, almendras y más. De diferentes tamaños, con variedad de tapas, muchas medidas.

Herencia de Nucha, sobre la vereda de Aguilar, casi en esquina con Tres de febrero. Aguilar 2104.

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